Tenemos ante nosotros una acción con una curiosa mecánica, nunca vista hasta ahora en el juego. Bendición de Anubis presenta en una balanza un beneficio, por lo tanto, tendremos que intentar preparar nuestra estrategia y su despliegue para que este tipo de cartas nos den sí o sí el premio que promete al jugador que más recursos tenga en mesa.
Recordando a la gran carta que fue Nave Blanca para las barajas que llevaban un despliegue de recursos suficiente para ganar el máximo de puntos de poder sobre nuestro panteón que la carta nos planteaba, Bendición de Anubis puede que en ocasiones no sea tan aprovechable.
El por qué de esta aseveración está en que mientras que la carta la mitología lovecraftiana depende por entero de nosotros, de nuestra capacidad de plantear recursos en mesa y además, si nos vemos forzados, tendremos que tirarla aunque sea para no ganar el máximo que la acción nos plantea. Sin embargo, Bendición de Anubis no nos plantea esa tesitura, es un todo o nada. Es decir, no siempre tendremos un juicio favorable por parte del dios perro.
¿Significa por tanto que es peor que Nave Blanca? Veamos, Bendición de Anubis nos puede permitir ganar tres puntos de poder con tan sólo un recurso, algo que no conseguíamos antes. Por lo tanto, la carta egipcia es mejor… No tan rápido, hay algo más que tener en cuenta. Y es que ambas se juegan en fases diferentes.
Nave Blanca es acción de Influencia, con lo que será fácil de optimizar, mientras que Bendición de Anubis se ha de jugar en Enfrentamiento, con lo que nos obligará a tener presencia en el Campo de Batalla para lanzarla, algo que a barajas basadas en recursos con el objetivo de ganar por Dios de Dioses hasta el momento le ha costado bastante, ya que incluye pocos personajes y éstos no están pensados para ello, si no para otorgarnos su máximo en Influencia.
Gran carta en la baraja y el momento adecuado, puede darnos en muy pocos turnos seis puntos de poder que sean vitales para ganar la partida. Puede jugarse en mazos agresivos al igual que en estrategias de control. Algo que le da versatilidad aunque posee riesgo intrínseco de no darnos nada y ser una carta muerta en la mano… Pero siempre puede venir Otohime para ayudarnos. Un saludo.
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