Hacía ya algunos días que no os traiamos análisis de Invasión Primigenia, así que he decidio hablar de una acción que he jugado últimamente: La Cripta.
Ilustración de Sara Valenzuela |
Se trata de una acción que se juega en la fase de influencia y por coste 0, algo que siempre es bien recibido pero que acostumbra a significar efectos circunstanciales o poco determinantes.
En este caso podemos deducir que el coste es porque la habilidad es bastante aleatoria, pero no nos engañemos, descartar una carta de un oráculo es quitar una opción que nuestro oponente se ha puesto en su mazo durante su creación y que espera poder usar. Si la carta que logramos descartar es un evento enemigo, nos aseguramos que no tenga efecto, y si se trata de un recurso o de un personaje, según como haya creado el mazo, no podrá recuperarlo. Las cartas que por ahora permiten la recuperación en forma de oráculo son Ciclo del Sueño, Nuevo Oráculo y Tezcalipoca, mientras que Trapezoedro Brillante, Libro de los Muertos, Karonte, Hela o Sleipnir permiten recuperarlas poniéndolas en juego, algo que podemos usar también en nuestro beneficio si usamos La Cripta contra uno de nuestros oráculos buscando un objetivo para alguna de ellas.
También voy a comentaros algunas cartas que pueden ayudar a sacar rendimiento a La Cripta, como Karnak, que nos deja mirar que hay en el oráculo y podemos decidir si vale la pena descartarla, moverla bajo el oráculo o dejarla donde está, Tutankamón o Dama de la Oscuridad, que también nos muestran lo que hay y si no es un evento podremos valorar si nos interesa usar esta acción.
Algunas de las cartas que antes hemos nombrado que permiten recuperarse de La Cripta, si se han jugado antes por parte de nuestros oponentes, también no ayudan a decidir si queremos contrarrestarlas, ya que con Ciclo del Sueño, Nuevo Oráculo y Tezcalipoca sabemos que hay en esos oráculos. Y lo mismo nos puede servir después de que haya jugado la habilidad del Libro de Eibon o La Sandalia de Nitocris, ya que será una carta que hayan elegido y que les haremos perder.
Muchos jugadores considerarán que meter en el mazo una carta como ésta sólo para quitarle otra de un oráculo de nuestro oponente no vale la pena y que es mejor optimizar el mazo de designios con otras opciones, mientras que otros jugadores, y en especial algunos fanáticos de Duat, encontrarán en ella una herramienta más para controlar las opciones de sus adversarios. Personalmente creo que es una carta jugable (aunque no es necesaria meterla en todos los mazos), que el no tener coste le favorece mucho y que puede desbaratar alguna estrategia del oponente si conseguimos anularle alguna carta importante de su mazo.
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