La carta de hoy creo que verá muchíssima mesa, ya sea en mazos de control o como modo de mantener la reserva. ¡Subid todos a borde de La Nave Blanca!
Ilustración de Abraham Giménez |
Tenemos una acción de coste 0 para jugarla en la fase de influencia, y tal como vimos con El Árbol, nos proporcina puntos para nuestra reserva, aunque en este caso limitados a un máximo de tres y según el número de recursos en lugar de Dioses. Si nos fijamos bien, tiene la misma utilidad que vimos en la habilidad de Guiza, aunque esta vez podemos jugarla en cualquier mazo, no solo Egipcios (bueno, en principio no tendria mucho sentido en La Orden).
Muchos mazos llevan y ponen en juego esos tres recursos, por lo que es relativamente sencillo obtener los 3P, ya sea para ir aumentando rápidamente nuestra reserva y acercarnos al Dios de Dioses, permitirnos jugar aliviados frente a un Yomi o poder pagar acciones con coste en la fase de influencia sin ver como se agota nuestro poder.
Los mazos que no jugarán esta carta son aquellos que por velocidad o por limitaciones juegan, en general, más eventos y seguramente pocos o ningún recurso, como puede ser un Niflheim de guerreros de coste bajo o algunos Inframundos; en definitiva los mazos militares que jugan al rush.
Con todo ello, le auguro un buen futuro a esta carta, que puede provocar que los Hinamatsuri no se vean tanto en algunos mazos o que Duat sea mucho más duro y dificil de vencer.
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